No hay duda de que adelantarse a las tendencias de la tecnología de seguridad de las aplicaciones es beneficioso y puede incluso ayudar a priorizar las actualizaciones o consolidaciones en una pila tecnológica hinchada. Pero renunciar a atacar la causa principal del software vulnerable -nosotros, los meros humanos- nos va a mantener en el lado perdedor del frente de batalla de la ciberseguridad. Si queremos tomarnos en serio la disminución del número de vulnerabilidades de seguridad a nivel de código, los desarrolladores deben tener las bases para lograr compartir la responsabilidad de la seguridad.
Necesitan una formación relevante y práctica, así como formación en el puesto de trabajo, y herramientas funcionales que no interrumpan su flujo de trabajo ni conviertan la seguridad en una tarea de desarrollo. Lo ideal sería que algunas herramientas se centraran en los desarrolladores y se crearan teniendo en cuenta su experiencia de usuario...
El uso por parte de DigitalOcean de la formación Secure Code Warrior ha reducido significativamente la deuda de seguridad, permitiendo a los equipos centrarse más en la innovación y la productividad. La mejora de la seguridad ha reforzado la calidad de sus productos y su ventaja competitiva. De cara al futuro, SCW Trust Score les ayudará a seguir mejorando las prácticas de seguridad y a continuar impulsando la innovación.
El uso por parte de DigitalOcean de la formación Secure Code Warrior ha reducido significativamente la deuda de seguridad, permitiendo a los equipos centrarse más en la innovación y la productividad. La mejora de la seguridad ha reforzado la calidad de sus productos y su ventaja competitiva. De cara al futuro, SCW Trust Score les ayudará a seguir mejorando las prácticas de seguridad y a continuar impulsando la innovación.
La promesa de que la inteligencia artificial escriba código complejo con sólo pulsar un botón es intrigante, pero la realidad es que la IA necesitará mucha ayuda de los desarrolladores humanos para elaborar un código realmente seguro y fiable.