Los desarrolladores de software y los profesionales de la seguridad suelen parecer dos perros que se ladran desde lados opuestos de la valla. Según un estudio realizado en 2020 por el Instituto Ponemon, los desarrolladores ven tradicionalmente la seguridad como un cuello de botella para la innovación y la velocidad, mientras que los responsables de seguridad creen que los desarrolladores priorizan el tiempo de entrega sobre la calidad. Ha llegado el momento de reducir la brecha.
El uso por parte de DigitalOcean de la formación Secure Code Warrior ha reducido significativamente la deuda de seguridad, permitiendo a los equipos centrarse más en la innovación y la productividad. La mejora de la seguridad ha reforzado la calidad de sus productos y su ventaja competitiva. De cara al futuro, SCW Trust Score les ayudará a seguir mejorando las prácticas de seguridad y a continuar impulsando la innovación.
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La promesa de que la inteligencia artificial escriba código complejo con sólo pulsar un botón es intrigante, pero la realidad es que la IA necesitará mucha ayuda de los desarrolladores humanos para elaborar un código realmente seguro y fiable.