Ahora más que nunca, las organizaciones necesitan permitir que sus equipos de desarrollo desarrollen y aumenten sus habilidades de seguridad. Hoy en día, las organizaciones se enfrentan a un panorama de amenazas en el que individuos, sindicatos bien financiados y actores estatales están tratando activamente de explotar los errores en el software. Sin embargo, según una reciente investigación mundial, el 67% de los desarrolladores entrevistados dijeron que seguían enviando código que sabían que contenía vulnerabilidades.